- Agua. El brócoli es un alimento muy rico en agua (un 80%-90% de su peso), esto la convierte en un alimento poco energético. Tanto es así, que - Proteína y lípidos. Es pobre en proteínas ( - Hidratos de carbono. Su aporte en carbohidratos, es de un - Vitaminas. Esta hortaliza presenta una gran importancia nutricional, por su variedad y cantidad de vitaminas. 100 gramos de verdura cruda contienen 118 miligramos de Vitamina C y la misma cantidad de ella hervida llega a cubrir poco más de la mitad de los requerimientos diarios en dicha vitamina. Aporta además vitamina B3 (niacina), vitamina B9 (ácido fólico), vitamina B1, provitamina A (betacaroteno), y vitaminas K y E. - Minerales. Dentro de su contenido mineral podemos destacar su aporte en potasio (370 mg por - Fitoquímicos. Es importante señalar que el brócoli también aporta sustancias conocidas como fitoquímicos (glucosilonatos: indol-3-carbinol, sulforafano, feniltiocianatos) que le confieren propiedades protectoras frente al cáncer. Estas sustancias actúan protegiéndonos frente a los benzopirenos (sustancia cancerigena presente en los cigarrillos en el humo de los coches, etc). En definitiva, todos ellos aumentan la actividad de ciertas enzimas cuya función es la eliminación del organismo de agentes cancérigenos o el bloqueo de su acción. - Flavonoides. Además posee quecertina, que es un bioflavonoide que actúa como antiinflamatorio y parece ralentizar el crecimiento de algunos tipos de cáncer. También esta hortaliza es rica en kaempferol (flavonoide). Esta sustancia según los estudios llevados a cabo podría prevenir el cáncer de ovario. - Antioxidantes. No debemos dejar pasar por alto su riqueza en antioxidantes como la vitamina c, los betacarotenos, el selenio, el superóxido dismutasa y el zinc. Éstos hacen de éste un alimento clave para luchar contra el cáncer. |
A pesar de sus contraindicaciones puntuales, el brócoli encierra grandes propiedades por lo que interesa consumirlo en las siguientes situaciones:
· A todas las edades.
· A mujeres embarazadas.
· A mujeres que toman anticonceptivos orales.
· En la menopausia.
· En caso de colesterol elevado.
· En caso de hipertensión, retención de líquidos y oliguria.
· En caso de hiperuricemia, gota y formación de cálculos renales.
· En personas convalecientes.
· En caso de anemia por deficiencia de hierro.
· En caso de degenaracion macular.
· Para la prevención de cataratas.
· Para prevenir la diabetes.
· Para prevención de padecer algunos tipos de canceres.
· En casos de ulceras gástricas.
· En casos de actividad física intensa.
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