lunes, 26 de septiembre de 2011

COMER POR COLORES

Como todo estudio, hay que tomarlo con cautela, y lo mejor es llevar una vida saludable, comer de todo en poca cantidad, limitar las grasas, ingerir mucho alimento fresco –cuanto más crudo, en saladas, etc., mejor- y realizar periódicamente un ejercicio adaptado a nuestras necesidades.

Que comer fruta a diario era beneficioso para nuestra salud ya lo sabíamos, es importante llenarnos de vitaminas con 2 ó 3 piezas diarias, pero esta semana ha salido a la luz, publicada en Stroke, una gran noticia relacionada y basada, claro está, en unos estudios anteriores. El estudio en cuestión confirma que el consumo de peras y manzanas nos ayuda a protegernos contra las enfermedades cerebrovasculares, más conocidas, entre otras, como el ictus.

La relación entre frutas y verduras con este tipo de enfermedades no es nueva, pero en este trabajo podemos tener una información mucho más exhaustiva pues examina, por vez primera, la asociación que existe entre el color de las frutas y verduras que consumimos, con el efecto que tienen sobre nuestro sistema vascular.
El color de nuestros alimentos es un indicativo estupendo de las sustancias o compuestos fitoquímicos que posee, tales como los carotenoides y flavonoides.
La investigación se ha llevado a cabo en Holanda, en la Universidad de Wageningen a través de una muestra de 20.069 personas adultas sanas, con una edad media de 41 años, a los que se les sometía a un control  en los 10 años posteriores al estudio.
Las frutas y verduras se dividieron por colores, de esta manera:
-          Verde, como las verduras de hoja, coles y lechugas.
-          Naranja/Amarillo, que eran en su mayoría cítricos.
-          Rojo/verde, que eran en su mayoría verduras rojas.
-          Blancas, de los cuales el 55% eran manzanas y peras.
La alimentación es una ayuda, no es la panacea y durante esos años se produjeron enfermedades cardiovasculares, 233 ictus en concreto. El consumo de los tres primeros grupos de color no tenía relación directa con estos problemas, pero se pudo comprobar que el riesgo de incidencia entre las personas que consumieron con mayor abundancia las frutas y verduras blancas, fue un 52 por ciento más bajo que para el resto de la muestra.
Serían, tan sólo, 25 gramos al día lo que habría que ingerir para que se pudiera relacionar con un beneficio para nuestra salud y si pensamos, una manzana no muy grande, ya pesa 120 gramos. Es sencillo, en verdad.

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